Mucho de lo que hacemos en la vida nace por acercarnos al placer o alejarnos del miedo. Esto último nunca es bueno para nadie. Tal vez ya estás trabajando para superar tus propios miedos, como el miedo al fracaso, el miedo a las críticas o el miedo al cambio. Puedes conocer más sobre cómo superar el miedo en nuestro artículo titulado Estrategias para vencer el miedo.

Como líder, es crítico que te des cuenta si estás actuando desde el miedo y que al hacerlo, nunca te llevará a un resultado productivo. En el presente artículo conoceremos cinco señales que te pueden indicar que estás liderando, muy probablemente sin querer, desde un lugar de miedo y qué puedes hacer al respecto.

Destacas más las consecuencias y no los logros

La primera señal la puedes apreciar cuando destacas más las consecuencias en lugar de destacar los logros. Liderar desde el miedo es preocuparnos por lo que no sucederá y lo opuesto es liderar desde la confianza, es apreciar lo que se hizo. ¿Desarrollas tu potencial y eres productivo cuando alguien te amenaza? Altamente improbable. Así que no puedes esperar que nadie más lo haga.

No hay nada de malo en la preocupación genuina por cumplir con una fecha límite o un resultado deseado. El problema es cuando esa preocupación se convierte en insistencia y hostilidad en vez de que sea una ayuda. Valorar a los demás y celebrar los éxitos obtenidos hasta la fecha es mucho más probable que te lleve al resultado deseado, en lugar de expresar repetidamente la preocupación por no hacer las cosas.

Impresionas a los jefes y olvidas liderar

La segunda señal tiene que ver con ese punto el cual te manejas mejor hacia “arriba” que hacía “abajo”. Los que lideran desde el miedo, que usualmente son los más temerosos y desconfiados, pasan más tiempo tratando de impresionar a sus jefes que liderando a su gente, que es donde su influencia es más necesaria. Si toda esa energía que se despliega en causar una buena impresión hacia “arriba” se utilizara para ayudar y destacar a su gente, el resultado sería extraordinario.

Eres decididamente indeciso

Esta señal aparece cuando sientes miedo a tomar una decisión, a cometer un error y sus repercusiones, entran en juego aquí, al igual que la falta de confianza. Como resultado, muchas decisiones pueden demorarse y los costos se disparan. La indecisión paraliza a una organización, crea dudas, incertidumbre, falta de concentración e incluso resentimiento.

Para evitar todo esto, dé un paso atrás y hágase esta pregunta: ¿Qué es lo peor que puede pasar SI tomo la decisión? Es muy frecuente que la respuesta no sea la catástrofe que estamos gestando en nuestras mentes. También hágase esta pregunta: ¿Qué es lo peor que puede pasar si NO tomo la decisión? La respuesta te ayudará a considerar los riesgos y costos de la indecisión, que es probable que sea peor que sólo tomarla.

Te niegas a tomar riesgos

Esta señal es muy fácil de percibir ya que puedes sentir que eres reacio al riesgo, tal vez estés trabajando en una cultura de cautela en lugar de coraje. Son muy pocas las veces que se escucha a alguien decir que sus jefes los alentaban a tomar riesgos. Para superar la aversión a tomar riesgos, ten muy claras las reglas de la toma de riesgos en tu organización. ¿Qué significa un buen riesgo? ¿Uno malo? ¿Qué sucede si la toma del riesgo no es efectivo? ¿Quién tiene que aprobar la toma de riesgo que se va a correr? ¿Qué recursos y apoyo obtendrá a lo largo del camino? Si se progresa en la aversión al riesgo, se experimentará un círculo virtuoso a medida que se amplía su confianza y se reducen aún más sus miedos.

Exiges más control para evitar lo desconocido

El miedo a lo desconocido muchas veces se llena de actividad. Líderes que demandan demasiados proyectos, demasiadas mediciones, demasiadas reuniones para cubrir lo que no se hace bien. Al mismo tiempo, el poder se acumula con muy poca delegación y empoderamiento y se retiene mucha información. Curiosamente, los líderes que se involucran en estos comportamientos no se dan cuenta de que el poder que cree que están ejerciendo, disminuye. Mientras tanto, la energía de todo el equipo se agota. El control viene con opciones. Escoja algunas cosas en las que enfocarse para mejorar la certeza del resultado deseado y tenga la confianza en sí mismo para saber que con buenas elecciones suceden cosas buenas.

¿Tienes alguna duda sobre este tema? ¿Te gustaría desarrollarte como un líder?

Si deseas saber más sobre Coaching ejecutivo y la próxima generación de liderazgo puedes suscribirte a nuestro boletín y acceder gratis a nuestro reporte titulado Coaching y Liderazgo: Las 3 Estrategias Clave.

Imagen de rawpixel vía Pixabay.com bajo licencia creative commons.


Leave a Reply

Your email address will not be published.