Nuestra vida resulta una montaña rusa de emociones, donde hay días que podemos tener gran cantidad de energía y buena actitud, pero hay otros donde sentimos cierta pesadez, negatividad y el ambiente más denso. Esto resulta perfectamente normal, sin embargo, no podemos dejar que continuamente nos invada la desmotivación; sino que debemos tomar acciones cuando sentimos estas bajas de tal manera que nunca perdamos el foco ni nos desviemos del camino de cumplir nuestros propósitos.

En muchos casos podemos pensar que la suerte nos abandona, que todos nuestros compañeros se han puesto de acuerdo para molestarnos, que el clima ha influido en nuestro estado de ánimo o cualquier otra excusa para justificar que no estamos dando el 100% de nosotros; en efecto, no se niega que existan situaciones que puedan desanimarnos y robarnos la energía, pero a veces esto simplemente sucede porque no sabemos como mantener nuestra propia motivación.

La motivación como habilidad

La motivación se puede aprender y mejorar hasta convertirlo en un hábito que aumente nuestra productividad y mejore nuestra calidad de vida, siendo la actitud y nuestra manera de ver las cosas factor crucial, ya que la motivación viene a ser el resultado de nuestros pensamientos. Esto quiere decir que, de acuerdo a nuestra interpretación de los hechos, se va a reflejar como nos afecte; por lo que las noticias o situaciones pueden no ser malas como tal, pero si ese es el significado que le damos, vamos a permitir que nos aflija, perjudique e inquiete. Si deseas leer más sobre los factores que influyen en la motivación puedes consultar nuestro artículo: la motivación: ¿Agente externo o trabajo personal?

Cambiando de perspectiva

Cuando sentimos que nos invade la desmotivación y nos estamos dejando afectar de forma inadecuada por cualquier aspecto de nuestra vida lo primero que debemos hacer es cambiar la perspectiva. Muchas veces nos enfocamos en un problema y pasamos horas sin encontrar la solución o deprimiéndonos por una situación solamente por estar enfocados en lo mismo, de esta manera adormecemos nuestros sentidos y no podemos ver más allá de lo evidente. Pararse de la mesa, salir a caminar, ver una película, escuchar música; lo importante es tomar distancia y despejar nuestra mente, de tal manera que se amplíe nuestra visión y podamos atacar el problema o la situación que nos agobia desde otra perspectiva. Cuando se cambia el contexto y el ambiente, percibimos nuevos estímulos, cambiamos de óptica y renovamos nuestra energía, por lo que podemos tener un nuevo impulso y mayor ánimo.

No somos iguales

Cuando nuestra motivación se destruye por factores externos, no se puede caer en pensamientos que sean autodestructivos sino entender que cada persona es un ente único, con características, pensamientos, cuerpos y reacciones individuales, que es lo que nos hace ser especiales y destacar. No podemos permitir que fotos en redes sociales, comentarios de terceros o cualquier patrón de un ideal surrealista nos afecte negativamente. Hay que recordar la particularidad de estos hechos: no toda la felicidad, la belleza o inteligencia que vemos en línea es real; nosotros si lo somos, por eso debemos dar lo mejor de sí mismos sin buscar compararnos con los demás, sino trazar nuestras propias metas y seguir el camino al ritmo de cada uno.

¿Alguna vez has sentido que pierdes motivación? ¿Qué haces cuando no te sientes al tope de tus capacidades?

Si quieres saber más sobre el cómo actuar ante la desmotivación, puedes contactarte con nosotros o escribir tu consulta en la parte de abajo (sección comentarios).

Imagen de NeuPaddy vía pixabay.com bajo licencia creative commons.


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