La inteligencia emocional es la capacidad de reconocer y manejar nuestros propios sentimientos, además de identificarlos en los demás. La inteligencia emocional puede llegar a ser una herramienta muy efectiva si logramos desarrollarla, pues nos puede ayudar no solo a nivel personal sino también en el ámbito laboral.
Contenidos
Importancia de manejar las emociones
Muchas veces pasamos por desapercibido el impacto que tienen nuestras emociones en el día a día, pero si nos detenemos a analizar, gran parte de las decisiones que tomamos son afectadas por la influencia de estas, ya sea en mayor o menor grado, muchas veces nos dejamos llevar por impulsos que perjudican o llevan a situaciones no deseadas, por lo que ser asertivos, comunicar y canalizar nuestras emociones nos ayudan a incrementar nuestra capacidad de relacionarnos, logrando de esta forma mejorar la calidad de nuestras relaciones interpersonales, tener una visión objetiva al momento de tomar decisiones, controlar las emociones y mantener una mejor comunicación, lo que evidentemente se convierte en un factor de éxito para los líderes ya que optimiza su capacidad de guiar al equipo.
En resumen un líder emocionalmente inteligente es aquel que tiene la capacidad de reconocer sentimientos propios y ajenos, y la habilidad para manejarlos efectivamente, generando en sus colaboradores confianza, motivación, compromiso y un mejor clima laboral lo que conlleva a un mejor desempeño.
Conociendo tus emociones y aprendiendo a reconocer las ajenas
Reconocer las emociones que sentimos es básico para saber cómo gestionarlas de forma inteligente y evitar que provoquen una conducta inadecuada, debemos estar atentos a los estados de ánimo y a nuestras reacciones ante las situaciones cotidianas, buscando conocer las causas que provocan las diferentes emociones. El objetivo es lograr una actitud neutra, tratando siempre de no rechazar ni juzgar lo que sentimos, intentado controlar nuestros impulsos y eliminar los pensamientos negativos, no se trata de reprimir sentimientos sino de lograr un equilibrio.
El siguiente paso luego de controlar tus emociones se da de manera natural, pues al no estar enfocado en tus emociones negativas eres capaz de percibir lo que realmente sucede a tu alrededor, esto te ayudara a interpretar las emociones de los que te rodean y a reaccionar de una forma más apropiada para manejar las situaciones difíciles o de estrés. Ser empático es la capacidad de ponerte en la posición de otra persona y entenderlo, lo que es necesario para tener una buena inteligencia emocional, que sin lugar a dudas te llevara a conseguir tus metas y el éxito. La empatía constituye una habilidad social fundamental.
Las emociones positivas te motivan
Si queremos alcanzar nuestras metas debemos establecernos objetivos claros y realistas, pero el optimismo también es una pieza fundamental para lograr lo que nos proponemos. Las emociones positivas determinan nuestro bienestar emocional, una persona motivada, optimista y entusiasta tendrá un progreso superior al de alguien con sentimientos de desanimo y apatía. Es por esta razón que debemos hacer a un lado esos pensamientos negativos, aquellos pensamientos que provocan que nos sintamos mal de forma continua.
El optimismo es la capacidad que se pone de manifiesto en las dificultades, en el cansancio, en la frustración, en el fracaso, cuando las cosas negativas abundan, es en esos momentos cuando mantener una actitud positiva puede significar el éxito. Ten en cuenta que la motivación no es solo decirte palabras de aliento, sino que involucra un conocimiento personal profundo, pues se requiere conocer nuestras habilidades y cuáles son los temas en los que debemos trabajar más.
Controla y Expresa tus emociones
No tener un control debido sobre las emociones que sentimos puede ser contraproducente, pues dificulta nuestra relación con los demás y nos causa malestar a nosotros mismo. Un líder que no tiene control sobre sus emociones y se deja llevar por el ímpetu del momento, que no mide sus palabras en momentos críticos o les falta el respeto a sus colaboradores eventualmente perderá el dominio sobre el grupo, creando un ambiente difícil y tóxico, sin empatía o consideración por los demás.
Es necesario aprender a canalizar las emociones y comprender que todos los seres humanos nos vemos afectados por la influencia de lo que sucede en nuestro entorno y si nos encontramos en un espacio enviciado el desempeño de los trabajadores no será el adecuado, dando como ira, resentimiento, apatía, depresión o estrés.
Recuerda que sentir rabia o ira es humano, lo que verdaderamente importa y marca la diferencia es como expresas esa emoción sin hacerle daño a los que te rodean. Por otro lado expresar las emociones positivas nos acerca a los demás.
¿Tienes alguna opinión sobre este tema? ¿Deseas conocer más sobre la inteligencia emocional?
Si tienes alguna duda o consulta sobre este tema puedes contactarte con nosotros o escribir tu consulta en la parte de abajo (sección comentarios).
Imagen de rawpixel vía Pixabay.com bajo licencia creative commons.