Siempre se suele hablar de la solidaridad en los momentos difíciles, lo cual resulta bastante apropiado ya que se trata de colaboración, apoyo y ayuda entre las personas. La solidaridad contrarresta la indiferencia y el egoísmo; este es un valor que permite desarrollar relaciones familiares, personales y sociales de gran fortaleza, permitiendo a diferentes individuos luchar por una causa común.

Resulta de gran importancia fomentar la solidaridad desde todos los puntos de vista, no solamente en casos críticos como guerras o accidentes; sino en los problemas diarios, en la cotidianidad, lo que incluye también en nuestro lugar de trabajo. El éxito de la compañía resulta del equilibro entre las habilidades duras o técnicas y las blandas; siendo la solidaridad una de ellas. Si deseas conocer más sobre el impacto de las habilidades blandas en las organizaciones puedes leer el artículo anterior titulado: principales habilidades blandas para destacar en el mundo laboral

Creando fortalezas en los grupos de trabajo

Bien sabemos que los conocimientos técnicos son una gran fortaleza para un equipo de trabajo, pero que se requieren elementos adicionales para hacer de este un grupo de alto rendimiento. La comunicación efectiva, el sentido de responsabilidad, de pertenencia, la solidaridad; son factores determinantes para obtener resultados positivos dentro de la organización. El problema de un miembro del equipo no solo puede afectar su desempeño sino también el clima organizacional, es por ello que un líder fomenta las habilidades antes mencionadas, de tal manera que la integración entre sus colaboradores permita crear vínculos suficientemente fuertes para que puedan brindarse la ayuda necesaria en el momento preciso.

En un grupo de trabajo que funcione bajo este sistema, a pesar de que siempre se encontrarán problemas laborales que pueden crear frustración y molestia; seguramente, sin importar la naturaleza de las contrariedades, contaremos con el apoyo de compañeros que estarán dispuestos a dar una mano amiga para salir de la situación. Ya sea a través de asesoría técnica, ayuda para completar una tarea o simplemente conversar; existirá la empatía y la solidaridad.

La solidaridad y el sentido de pertenencia

Cuando un trabajador se siente parte de la organización, que comparte valores y principios, le resulta mucho más sencillo compartir y apoyar a sus compañeros no por obligación sino por sentimientos de hermandad, de entender que los equipos de trabajo son como engranajes y si uno falla, todo el sistema colapsa.  El clima organizacional resulta sumamente agradable cuando todos los colaboradores se sienten identificados con la causa y están orientados al cumplimiento de metas en común, el saber que se cuenta con los compañeros ante cualquier dificultad crea un ambiente de seguridad que permite que el resto de las actividades se desarrollen de manera mucho más armónica.

Los grupos de trabajo y la comunicación

Siempre es importante hacer énfasis en la comunicación, puede resultar un tema trillado, pero es la base para solventar cualquier inconveniente además de permitir el flujo efectivo de todas las labores dentro de una empresa sin importar su tamaño. Establecer un cronograma de reuniones resulta indispensable y de gran utilidad no solo para analizar los pormenores de las actividades diarias, sino también para medir el clima organizacional, escuchar las opiniones, ideas y dificultades que puedan estarse presentando tanto a nivel grupal como individual y tomar las acciones correctivas en el caso de necesitarse. Vale mencionar que no se trata solamente de destacar los inconvenientes, sino también de celebrar los triunfos y avances.

¿Sientes que tu entorno laboral es solidario? ¿Sabes ser solidario con tus compañeros?

Si quieres saber más sobre las fortalezas de los equipos de trabajo, puedes contactarte con nosotros o escribir tu consulta en la parte de abajo (sección comentarios).

Imagen de tunaolger vía pixabay.com bajo licencia creative commons.


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