El estrés laboral, las pautas a cumplir, el tráfico, los problemas financieros, en fin, son muchos los factores que pueden perturbar nuestra tranquilidad y calma, pudiendo incluso haciéndonos llegar a estados depresivos, ansiosos o demasiado agitados que no nos permiten desarrollar nuestra vida con el adecuado ritmo que debería. Si quieres conocer más sobre los efectos de la depresión en nuestra vida, puedes leer nuestro artículo anterior titulado: la depresión: un enemigo de nuestros propósitos de vida. Si bien cada persona cuenta con su propio orden y estructura; así como también de una forma particular de lidiar con las situaciones complejas; podemos realizar actividades que nos ayuden a despejar la mente y encontrar un punto de equilibrio que nos ayude a continuar con las actividades y presión sin dejarnos llegar al punto de quiebre.

Controlar la respiración

Pensar que algo tan sencillo como la respiración puede ayudarnos a encontrar la calma. A veces puede resultar poco convincente; sin embargo, todas las técnicas de relajación comienzan por controlar la respiración. Esto nos ayuda a encontrar nuestro centro, a bajar nuestros niveles de estrés y a evitar ataques de ansiedad. Cerrar los ojos, realizar varias respiraciones profundas hasta que sintamos cómo tomamos el control nuevamente de nuestras emociones, es un ejercicio que podemos realizar en cualquier momento y por el tiempo que sea necesario.

Encontrar un pasatiempo

Siempre es vital encontrar una actividad que nos apasione y nos ayude a dispersar la tensión del día. Ya sea pintar, la jardinería, la música, la cocina, entre otros; existen infinidad de pasatiempos que de inmediato contribuyen a disipar la energía negativa, a relajarnos y encontrar pequeñas alegrías haciendo lo que realmente nos gusta; no importa si pertenecemos a un club o nos inscribimos en un curso donde practicamos estas labores por horas o si es pocos minutos al día en nuestro hogar nosotros solos, lo importante es hacer un espacio en nuestra agenda para integrarlas y que nos ayuden a despejarnos.

Disfrutar del aire libre

Los paseos por el parque, hacer ejercicios, sacar a pasear a las mascotas, también son tareas sencillas que nos ayudan a desconectarnos de la realidad y a su vez fortalece nuestra salud. Encerrarse en una habitación cuando nos sentimos deprimidos, solo contribuye a que se profundice la sensación de desasosiego y melancolía. Disfrutar de la luz del sol y la brisa fresca, nos aporta energía y vitalidad que ayuda a sentirnos mejor con nuestro entorno.

Hablar y buscar ayuda

Siempre resulta confortable tener una persona de confianza con la que podamos conversar y compartir nuestros problemas, de tal manera que podamos drenar la presión y sea nuestro amigo y confidente con un consejo oportuno o simplemente esté ahí para apoyarnos. Sin embargo, cuando sentimos que los niveles de estrés y ansiedad se vuelven inmanejables, cuando perdemos el sueño y el hambre, cuando solo nos sentimos agobiados y que el peso de nuestras labores es más que nosotros mismos; es necesario buscar ayuda profesional que nos ayude a canalizar nuestras acciones y nos indique el camino más adecuado a seguir de acuerdo a la magnitud de nuestro caso.

¿Has sentido que el estrés domina tu vida? ¿Cuál es tu manera de drenar el estrés?

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Imagen de MasimbaTinasheMadondo vía pixabay.com bajo licencia creative commons.


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